domingo, 4 de diciembre de 2011

Ganadería

La actividad ganadera es otro de los grandes puntales de la economía argentina, concentrándose esta actividad principalmente en la región pampeana; en menor proporción le siguen el Noreste, Patagonia, Noroeste y Cuyo.
Dentro de la producción ganadera el primer lugar lo ocupan los vacunos, seguidos por los ovinos, el resto involucra ganado porcino, aves, equinos y caprinos, las zonas de cría se localizan en la porción occidental de la región pampeana y en sus áreas marginales, mientras que las de engorde o invernada, se ubican en el Norte de la provincia de Buenos Aires, Sur de Entre Ríos y Santa Fe y Este de Córdoba.
El ganado vacuno lechero se encuentra en el centro y Sur de Santa Fe, que es la zona tambera por excelencia; Este y Sur de Córdoba y centro Norte de Buenos Aires. Dentro de las razas sobresale la Holando Argentina, seguida por la Jersey, Flamenca y Normando.
Las principales razas productoras de carne y de doble propósito son: Shorthorn, Hereford y Aberdeen Angus; en el sector Norte y Noreste del territorio tiene gran importancia el ganado Cebú, especialmente cruzado con otras razas, por su gran resistencia a las altas temperaturas y a las plagas tropicales. En los últimos años se han ido incorporando nuevas razas como Brahman, Charolais, Fleckvieh, Limousin, Pardo Suizo, las Polled (sin cuernos) y Santa Getrudis, entre otras, que han permitido mejorar la calidad y el rendimiento de las carnes, especialmente para la exportación.
El ganado ovino, si bien se encuentra repartido en todo el país, predomina en la región patagónica, localizándose un número considerable de cabezas en las provincias de Buenos Aires, Corrientes, Entre Ríos y La Pampa. Las razas más difundidas en nuestro país son: Corriedale, Lincoln, Merino Australiano y Argentino, Rommey Marsh y Criolla, utilizadas principalmente para producción de lana y carne. A ellas se ha incorporado la nueva raza desarrollada por el INTA en La Pampa, denominada Pampinta, que representa una buena alternativa para mejorar los rendimientos de carne y leche.
La Pampinta es el resultado de la adaptación a la zona pampeana de la raza de leche alemana Ost-Friesisches Milsehaf cruzada con Corriedale, de la que surgió un animal de gran porte, alargado, sin lana en la cara y patas, sin cuernos y de alta prolificidad. Su promoción está encarada por la Estación INTA Anguil, ubicada a 30 kilómetros al Este de Santa Rosa.
En el Noroeste, en la quebrada de Humahuaca, se cría el Karakul, para la obtención de la piel denominada "astrakán". En los ámbitos áridos de esta región se crían también llamas y vicuñas, en particular para la producción de lana.
Los porcinos presentan su más alta concentración en el Norte de Buenos Aires, centro y Sur de Santa Fe y el Sur y Este de Córdoba, en coincidencia con el área maicera y la ubicación de usinas de industrialización láctea; siendo las razas predominantes: Duroc Jersey, Hamshire, Poland China y Berkshire.
El ganado caprino, rústico y sumamente adaptable a condiciones adversas de clima y relieve, se presenta distribuido en la región semiárida y árida de nuestro país, especialmente en el centro y Oeste, encontrándose las mayores majadas en Santiago del Estero, Neuquén, Mendoza, Córdoba, San Luis y La Rioja; siendo ésta también, el área propicia de cría de ganado mular y asnal; mientras que los caballos presentan su mayor concentración en las provincias llanas del centro y el Este.
Dentro de los animales de granja se destaca la producción avícola, cuya principal zona de localización se encuentra en la llanura pampeana, especialmente las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos, especializándose la primera en la producción de pollos parrilleros, y la segunda en huevos y ponedoras destacándose las áreas de Crespo, Colón y Concepción del Uruguay.
En esta actividad se incluyen tanto la producción de pollos (la principal), como de otras aves de corral: patos, pavos, gansos, codornices y faisanes, entre otras, presentando distintas razas según su destino.
La apicultura constituye otra actividad económicamente interesante, al punto que nuestro país se convirtió en el segundo exportador mundial de miel.
Si bien la distribución de colmenas se observa en todo el país, se concentra en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y el Sur de Entre Ríos, existiendo zonas de fomento, en particular en Río Negro y en las zonas frutícolas del Oeste árido, donde su introducción ha provocado aumentos en la producción de frutas debido a su función polenizadora.
También se incluye dentro de los animales de granja, la cría de conejos (cunicultura), así como de chinchillas y nutrias, fundamentalmente para la obtención de pieles finas, aunque también es utilizada su carne.




Fuente: http://www.viajoporargentina.com/info/ganaderia_e.htm

martes, 29 de noviembre de 2011

La Minería En Argentina

Recursos Minerales y Minería

Una mina es el conjunto de labores necesarias para explotar un yacimiento y, en algunos
casos, las plantas necesarias para el tratamiento del mineral extraído. Las minas también
reciben el nombre de explotaciones mineras, o, simplemente, explotaciones.

Las minas pueden ser divididas siguiendo varios criterios. El más amplio tiene en cuenta 
si las labores se desarrollan por encima o por debajo de la superficie, dividiéndolas,
respectivamente, en minas a cielo abierto y en minas subterráneas.















Las operaciones básicas en cualquier tipo de mina son tres:
  1. Arranque (tumbe), conjunto de operaciones necesarias para separar la roca del macizo
    rocoso donde se encuentra. Se realiza de tres maneras: con herramientas, con
    máquinas y con explosivos.
  2. Carga (rezagado) es la recogida de la roca arrancada del suelo, y su traslado hasta un
    medio de transporte. Las maquinas más usadas para realizar la carga son las palas
    cargadoras, para el exterior y Scoop Tram o palas de bajo perfil para las subterráneas.
  3. Transporte (acarreo). es la operación por la que se traslada el mineral arrancado hasta
    el exterior de la mina. Puede ser continuo, discontinuo o una mezcla de ambos. 
    El transporte continuo utiliza medios como cintas transportadoras, transportadores
    blindados y el transporte por gravedad, en pozos y chimeneas. En el transporte
    discontinuo se realizan cargas y descargas como con el ferrocarril y los camiones.

Problemas de salud ligados a la actividad minera
En la mina generalmente los problemas son respiratorios, debido sobre todo a la inhalación
de polvo y humo, pero también hay por contacto. Común a todas las enfermedades de 
la minería es su evolución que es larga y prolongada siendo considerada como enfermedad
crónica.
Algunos ejemplos:
  • En las minas de carbón: neumoconiosis, fibrosis pulmonar, cáncer de pulmón.
  • En las minas de plomo: saturnismo
  • En las minas de mercurio: mercurialismo o hidrargirismo
  • En las minas de amianto: asbestosis, fibrosis pulmonar, cáncer de pulmón.
  • En las minas de sílice: silicosis, fibrosis pulmonar
  • En minas de hierro: siderosis, bronquitis crónica
  • En minas de cobalto: fibrosis pulmonar
La minería es el conjunto de actividades referentes al descubrimiento y la extracción de minerales que se encuentran debajo de la superficie de la tierra.
La capa externa del globo terrestre se compone de materias muy diversas que se engloban
bajo el nombre de rocas, formadas a su vez por una serie de minerales: que son cuerpos
homogéneos, tanto física como químicamente, cuya composición química y propiedades
están, por lo general, bien definidas y constantes en cualquier parte del mundo, siendo 
de consistencia sólida (salvo una excepción: el mercurio), y que han surgido en forma
natural.

Clasificación de minerales
Los recursos minerales se clasifican en:


1.    1.  Metalíferos:
a.     Ferrosos: hierro (mineral) y metales que entran en las aleaciones con el hierro
b.    No Ferrosos:
      • Pesados: cobre, zinc, plomo, estaño y mercurio
      • Livianos: aluminio, magnesio y titanio.
      • Preciosos: platino, oro y plata.
      • Raros: uranio, radio, berilio, etc.

2.    2.  No Metalíferos:
a.     Combustibles:
      •  Fluidos: gas natural
      •  Líquidos: petróleo.
      • Sólidos: carbón, esquistos, etc.

b.    Materias Primas para la Industria: azufre, sal común, cromatos, sales de potasio
y de sodio, rocas fosfáticas (fertilizantes), abrasivos, aislantes, pigmentos.
c.  Rocas de aplicación o Minerales para la construcción: arena y grava, piedras
calizas, canto rodado, yeso, etc.

Recursos metálicos:
Se llama recursos metálicos a todos los minerales de los cuales se pueden obtener metales.
Las tratamientos a los que se someten estos minerales son variados. En el caso del hierro, 
las menas (parte de un filón que contiene minerales útiles en proporción predominante 
y listos para su explotación metalúrgica) se tratan en altos hornos, mezclándolas con un tipo
de carbón de gran poder calorífico, y calentando la mezcla a altísima temperatura. 
El producto resultante, el arrabio, es el material base para obtener las variedades
industriales de hierro y acero.

Recursos no metálicos:
Los recursos no metálicos son el resto de recursos minerales que tienen alguna aplicación 
en la industria. El hormigón es una mezcla formada por cemento, arena, grava y piedra
triturada que se utiliza en la construcción de edificios y de otras estructuras. La cal, el yeso,
el cemento y sus derivados son materiales de origen mineral que se obtienen tras realizar
diversos tratamientos industriales.

Recursos minerales en Argentina
Argentina presenta una superficie cercana a los 2,7 millones de kilómetros cuadrados y el 75% de las áreas con potencial minero se encuentran sin explorar.
Gran parte de los depósitos minerales se encuentran cercanos a la Cordillera de Los Andes.
Sobre ella se sitúan los principales distritos mineros en exploración y explotación. De norte 
a sur del país, yacen importantes concentraciones minerales.
En la zona del altiplano se encuentran yacimientos de plomo, zinc, estaño y plata; más al 
sur existen importantes recursos en sales de litio y potasio. Adicionalmente, al oeste, existen
importantes recursos de cobre y oro, y de plata y oro en Catamarca.
Fuera del ambiente de la Puna, al sur de la provincia de Catamarca, yacen depósitos de
cobre, molibdeno, oro y plata. En la zona de Cuyo (La Rioja, San Juan, Mendoza y San Luis)
la variedad de prospectos, algunos devenidos en yacimientos, manifiestan el potencial
geológico de los terrenos que los alojan.
Al oeste, en Valle del Cura, con numerosos prospectos y dos yacimientos de oro y plata, 
se conforma uno de los distritos auríferos-argentíferos más importantes del planeta. Al este
de la región cuyana, rica en rocas calcáreas, se manifiestan importantes recursos en oro,
plata, plomo y zinc (áreas de Gualcamayo y Hualilán) y, al sur-sureste, en cobre y molibdeno.

Actualidad del sector
La minería argentina ha atravesado grandes cambios en los últimos 15 años. Con la sanción 
de la Ley 24.196/93 de inversiones mineras, se dio el marco legal para el desarrollo de 
esta actividad. Desde entonces comenzaron a llegar a la Argentina flujos de capitales
destinados a grandes proyectos mineros, atraídos por el gran potencial geológico y por 
los incentivos a la inversión que ha tenido la minería en Argentina desde entonces.

El flujo de inversiones extranjeras se dirigió principalmente a la exploración y explotación
de minerales metalíferos, destacándose los proyectos de Bajo La Alumbrera y Salar 
del Hombre Muerto (Catamarca); Mina Aguilar (Jujuy); Cerro Vanguardia (Santa Cruz) 
y Veladero (San Juan). Estos cinco proyectos se encuentran en explotación. A su vez, hay 
un grupo de grandes proyectos que se encuentran en la etapa de exploración o prospección.

Prospección:
El proceso inicial en la búsqueda de un yacimiento mineral, consiste en ubicar las llamadas
anomalías geológicas en la corteza terrestre, es decir, zonas en que se hallan alteraciones,
fallas o fracturas, y en general existan lugares diferentes de las rocas naturales. Estas zonas
representan lugares geológicos en que pueden existir minerales metalíferos susceptibles 
e explotación. Esta etapa de la búsqueda de yacimientos se llama cateo y se ejecuta
generalmente por individuos llamados cateadores, que pueden actuar independientemente 
o a sueldo de alguna empresa. El cateo y alguna otra fase más avanzada en la búsqueda 
de anomalías geológicas constituyen la etapa de Prospección.

Exploración:
Luego de completar la etapa de cateo y prospección, y si ésta ha sido prometedora, viene 
la etapa de exploración que se ejecuta con técnicas más avanzadas. De los datos obtenidos
en la exploración se confecciona lo que se llama un Perfil del yacimiento. Nuevamente 
si éste es prometedor, se lleva adelante una mayor exploración y se empieza a calcular y 
a ejecutar el llamado Estudio de Factibilidad del proyecto.

Impacto ambiental
Las actividades mineras comprenden diversas etapas, cada una de las cuales conlleva
impactos ambientales particulares. En un sentido amplio, estas etapas serían: prospección 
y exploración de yacimientos, desarrollo y preparación de las minas, explotación de 
las minas, tratamiento de los minerales obtenidos en instalaciones respectivas con  
el objetivo de obtener productos comercializables.
En la fase de exploración, algunas de las actividades con impacto ambiental son 
la preparación de los caminos de acceso, mapeos topográficos y geológicos, el montaje 
de campamentos e instalaciones auxiliares, trabajos geofísicos,investigaciones    hidrogeológicas, aperturas de zanjas y pozos de reconocimiento, tomas de muestras.
Durante la fase de explotación, los impactos que se producen están en función del método
utilizado.
En las zonas de bosque, la sola deforestación de los suelos con la consiguiente eliminación 
de la vegetación -más vasta en los casos de minas de cielo abierto- tiene impactos a corto,
 mediano y largo plazo. La deforestación no solo afecta el hábitat de cientos de especies,
 sino el mantenimiento de un flujo constante de agua desde los bosques hacia los demás
 ecosistemas y centros urbanos. La deforestación de los bosques primarios causa una rápida 
y fluida escorrentía de las aguas provenientes de las lluvias, agravando las crecidas en 
los periodos de lluvia debido a que el suelo no puede contener el agua como lo hace 
en presencia de las masas boscosas.
El enorme consumo de agua que requiere la actividad minera generalmente reduce la 
napa freática del lugar, llegando a secar pozos de agua y manantiales. El agua suele terminar contaminada por el drenaje ácido, es decir la exposición al aire y al agua de los ácidos que
se forman en ciertos tipos de mena especialmente las sulfúricas como resultado de 
la actividad minera, los que a su vez reaccionan con otros minerales expuestos. Por otro
lado, las pequeñas partículas de metales pesados que con el tiempo pueden separarse de 
los residuos, se diseminan con el viento depositándose en el suelo y los lechos de los cursos
de agua e integrándose lentamente en los tejidos de organismos vivos como los peces.
Productos químicos peligrosos utilizados en las distintas fases de procesamiento de 
los metales, como cianuro, ácidos concentrados y compuestos alcalinos, si bien
supuestamente están controlados, es moneda corriente que terminen, de una forma 
u otra, en el sistema de drenaje. La alteración y contaminación del ciclo hidrológico 
tiene efectos colaterales muy graves que afectan a los ecosistemas circundantes de manera
 especialmente agravada a los bosques y a las personas.
La contaminación del aire puede producirse por el polvo que genera la actividad minera,
que constituye una causa grave de enfermedad, generalmente de trastornos respiratorios 
de las personas y de asfixia de plantas y árboles. Por otro lado, suele haber emanaciones 
de gases y vapores tóxicos, producción de dióxido de azufre responsable de la lluvia 
ácida por el tratamiento de los metales, y de dióxido de carbono y metano dos de 
los principales gases de efecto invernadero causantes del cambio climático por la quema 
de combustibles fósiles y la creación de lagos artificiales detrás de los embalses
hidroeléctricos destinados a proporcionar energía para los hornos de fundición y 
las refinerías.
La actividad minera, además, consume enormes cantidades de madera para la construcción en el caso de las minas subterráneas, y también como fuente de energía en el caso de 
las minas con hornos de fundición a base de carbón vegetal. También, cuando se realiza
en zonas remotas, implica grandes obras de infraestructura, como carreteras que abren 

el acceso a los bosques, puertos, poblados mineros, desviaciones de ríos, construcción 
de embalses y centrales generadoras de energía.
Tanto el ruido de la maquinaria utilizada en la minería como las voladuras no son un impacto menor, ya que crean condiciones que pueden resultar insoportables para las poblaciones
locales y la fauna de los bosques.

Un video para reflexionar…




Pesca En Argentina

Las regiones costeras son espacios de transición e interacción entre el medio terrestre y el medio marino. Las pesquerías que se desarrollan en estas áreas se caracterizan por su complejidad ambiental (diferentes condiciones oceanográficas; problemas de contaminación por el vertido de desechos y sustancias contaminantes, provenientes de los centros urbanos e industriales); biológica (gran variedad de especies, áreas de crianza, refugio de juveniles y áreas reproductivas) y social (ya que ocupan mucha mano de obra y permiten la subsistencia de importantes comunidades costeras). Su estudio debe plantearse desde un punto de vista multidisciplinario e integral, a fin de poder tomar decisiones que permitan un desarrollo sustentable.

La Argentina tiene más de 4000 km de costa y una de las plataformas más grandes del mundo, cuyo ancho varía entre 157 km (frente a punta Médanos), hasta 741 km (incluyendo a las islas Malvinas), abarcando casi 1 millón de km2. La extensa línea de costa, juntamente con la República Oriental del Uruguay debido a que forma parte de la Zona Común de Pesca Argentina-Uruguaya (ZCPAU), puede dividirse de acuerdo con las condiciones ambientales en dos grandes regiones: región bonaerense y región patagónica. La flota que aquí opera mantiene esta división. La primera, abarca desde el Chui en el Norte (33°30’S) hasta los 41° S incluyendo la ZCPAU. El sector bonaerense (Argentina) se extiende desde Punta Rasa en el extremo sur de la Bahía Samborombón hasta el límite sur señalado, y representa un 25% del total del litoral marítimo argentino y el 11% del territorio nacional. A la región patagónica: Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego (42°-56° S), le corresponde el 75% del litoral marítimo y aproximadamente el 24% del territorio nacional (figura 1). Esta región presenta una serie de frentes oceánicos de diferente intensidad localizados entre los 42° y 47° S (finales de primavera y durante el verano) que favorecen el establecimiento de áreas reproductivas y el desarrollo de huevos y larvas de diferentes especies de peces. Más al sur, la costa patagónica está influenciada por la denominada corriente patagónica, que se origina en la boca del Estrecho de Magallanes (52°30’ S) y se extiende hacia el NNE próximo a la costa hasta 47° S, para luego separarse de esta y ubicarse en la plataforma central.
El sector bonaerense queda limitado en su parte externa por la isobata de 50 metros y se puede subdividir en tres áreas (figura 2): a) el área estuarial de la ZCPAU, caracterizada por ser uno de los estuarios más grandes del mundo con una superficie superior a los 38.000 km2, mayor que el de muchos países europeos, presenta normalmente dos capas de agua, una superficial diluida por aportes continentales y otra de fondo con alto contenido salino originada en la plataforma media; b) el área central de la provincia de Buenos Aires (37°-39° S), que abarca una franja angosta de unos 30 km, con aguas originadas en plataforma; c) el área de ‘El Rincón’ (39°-41° S), donde encontramos aguas de plataforma que se desplazan desde el sur y las correspondientes a una corriente costera formada con aguas diluidas por el aporte de los ríos Negro y Colorado.
Fuente: http://www.cienciahoy.org.ar/ln/hoy97/pescacost.htm





La Argentina se caracteriza por ser un país con un extenso litoral marítimo sobre el Océano Atlántico Sur e importantes recursos pesqueros. En este aspecto, cuenta con una significativa estructura de extracción y procesamiento industrial, aunque con una marcada dependencia del mercado internacional para la comercialización de sus productos.
La actividad pesquera ha experimentado cambios estructurales de gran importancia en los últimos años, como consecuencia de modificaciones en la relativa participación en la captura de distintas especies explotadas y en la composición de las flotas en operación. A partir de la gran expansión de los desembarques y con la incorporación de nuevas modalidades tecnológicas de captura y procesamiento, se ha logrado la explotación de nuevas especies.

Fuente: Cancillería Argentina.

Pesca
La pesca en la República Argentina es controlada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SAGPyA). Ella se encarga de ordenar y preservar los recursos pesqueros a fin de generar el mínimo impacto económico y social, de adecuar la flota a la situación actual del caladero y propiciar la reconversión industrial, así como de asesorar a potenciales productores en todos los temas que involucren al sector para iniciar y desarrollar la actividad acuícola.

Acuicultura
Si desea obtener conocimientos previos al cultivo sobre las principales especies; su estado actual y su potencial en la Argentina, la región y el mundo; así como también información sobre el Centro Nacional de Desarrollo Acuícola (CENADAC) o la normativa sobre comercialización de peces ornamentales, dirija su consulta a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos.

Financiamiento para capacitación
Proyecto de cobertura de gastos de formación y capacitación a cargo de institutos oficiales de educación para mejorar las tareas propias de la actividad, ofrecido por el Consejo Federal Pesquero.

Capacitación en pesca
Seminarios, disertaciones sobre temas de investigación, y la realización de tesis de licenciatura y de doctorado por parte de alumnos y de becarios del CONICET o de proyectos de colaboración internacional (por ejemplo, FREPLATA –PNUD/GEF–), forman parte de las diversas actividades de capacitación que se desarrollan en el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP).

Informes Especiales
Documentos con información sobre cultivos de especies, recomendaciones especiales, restricciones y sanidad de peces, entre otros temas, elaborados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación. 

Explotación Forestal



La Argentina contaba originalmente con formaciones boscosas de gran potencial maderero y leñero de haberse planificado adecuadamente su aprovechamiento. En lugar de esto una explotación desenfrenada desde fines del siglo pasado ha reducido los bosques nativos a un pálido reflejo de lo que originalmente fueron, y quedan a veces sus existencias actuales en una situación tan crítica que solo se puede recomendar su protección total, vedando cualquier tipo de aprovechamiento económico, para intentar preservar así esos escasos rodales como bancos de germoplasma que permitan conservar valiosas especies y alentar alguna vez campañas de recuperación de su potencial forestal.

En Misiones la explotación se centró originalmente en unas pocas especies conocidas con el nombre de "maderas de ley" así cayeron los cedros (Cedrela fissilis), lapachos (Tabebuia impetiginosa) y peteribíes (Cordia tichotoma), los que convertidos en grandes jangadas flotantes bajaban por el Paran o el Uruguay con rumbo a los puertos bonaerenses y del litoral fluvial argentino. Con la apertura de rutas y caminos, especialmente en este siglo, la extracción se aceleró en forma notoria, incluyéndose como especies cortables muchas más que las antes anunciadas. 



Así algunas especies fueron puestas en serio riesgo de extinción como el palo rosa (Aspidosperma polyneuron), que solo subsiste en algunos puntos aislados del extremo norte misionero y el pino paraná (Araucaria angustifolia), especie de gran potencial forestal que hacia 1960 cubría cerca de 210.000 ha. de superficie en la zona serrana de la provincia.En 1988 se estimó en 1.228.000 ha.La superficie de los bosques nativos provinciales, pero cabe  aclarar que en dicha cifra se incluyen sectores de "monte secundario", es decir montes obrajeados en el que faltan sus mejores esencias, pero se mantiene la estructura de la selva con múltiples pisos o estratos. En la región chaqueña el quebracho colorado chaqueño (Schinopsis balansae) fue víctima primera de la codicia humana para obtener el "tanino" utilizado para curtir cueros que dio lugar a la devastación de la cuña boscosa santafesina, para extenderse poco tiempo después con la ayuda de los ferrocarriles a todo el ámbito chaqueño incluyendo a la otra especie: el quebracho colorado santiagueño (Schinopsis lorentzii) y el palo santo (Bulnesia sarmientoi) de hermosa veta. 

Últimamente la moda de los muebles de algarrobo (Prosopis spp.) ha puesto en un estado de vulnerabilidad a las especies de este género que aun eran relativamente abundantes. En las zonas del "monte" donde los algarrobales dependían de las napas freáticas y formaban un cinturón boscoso alrededor de las salinas como en el Salar de Pipanaco en Catamarca, su tala es una invitación al avance del manto salino y al despoblamiento. En Santiago del Estero en 1988 la superficie boscosa explotada en lento proceso de recuperación oscilaba entre los  4.000.000 y 5.000.000 de ha., en tanto que la zona boscosa semidegradada alcanzaba 2.000.000 de ha. En la selva tucumano-salteña o nuboselva algunas   especies como ya señalamos están amenazadas no  solo por la tala forestal sino por la expansión   agropecuaria, como el palo blanco (Calycophyllum multiflorum), el palo amarillo (Phyllostylon rhamnoides) y los cebiles (Parapiptadenia spp.) . A éstas deben sumarse otras buscadas esencias madereras como los cedros (Cedrela spp.), el roble o palo trébol (Amburana cearensis) y el pino del cerro (Podocarpus parlatorei).

En el espinal que a modo de cinturón abrazaba por el norte y el oeste la pradera pampeana, la explotación para proveerse de postes y leñas y la apertura de tierras para extender los cultivos de la pampa vecina prácticamente acabó con el distrito del algarrobo en el centro-sur de Córdoba y Santa Fe y el subdistrito del tala en el nordeste y este[Image]bonaerense. Subsisten de ambos sólo unas pocas isletas de escasa superficie.La tala selectiva del ñandubay (Prosopis affinis) en el sur de Corrientes y Entre Ríos y el caldén (Prosopis caldenia) en La Pampa, San Luis y el sur de Bs.As. ha reducido notablemente la superficie boscosa en las áreas nombradas y ha comprometido seriamente a esas especies. Finalmente en el sur, si bien la existencia desde mediados de siglo de un sistema de parques nacionales que ampara las muestras más significativas de los bosques subantárticos permitió garantizar una protección más efectiva de la mayoría de las especies, existen algunas situaciones preocupantes. Por un lado los incendios son de efectos bastantes catastróficos y de una recuperación muy lenta, además de resultar cada vez más frecuentes. Por el otro, la explotación forestal presiona fuertemente para continuar aprovechando las existencias madereras incluso en áreas de reserva nacional, como ocurre con el raulí (Nothofagus alpina) en la Reserva Nacional Lanín, a pesar de tratarse de una especie de distribución muy restringida en nuestro país. Otro caso es el pehuén o araucaria (Araucaria araucana) que prácticamente ha desaparecido de la mayor parte de su distribución en Argentina limitada al centro-oeste de Neuquén y donde subsiste en el extremo norte del Parque Nacional Lanín y unas pocas reservas provinciales. El alerce (Fitzroya cupressoides) afortunadamente tiene amparadas sus mejores existencias en la Argentina en diversos parques nacionales, donde aún están en pie algunos ejemplares que milagrosamente se salvaron del hacha.

[Image]La actividad forestal no solo se traduce en la obtención de madera, sino también en la promoción del cultivo de especies de crecimiento rápido tanto sea para la obtención de leña, como de la celulosa, materia prima del papel. Así se destacan los monocultivos de eucaliptos (Eucalyptus spp.) oriundos de Australia y pinos nativos de Norteamérica como el eliotti (Pinus elliotti) y el taeda (Pinus taeda) los que son preferidos por su rápido crecimiento, sin olvidarnos de las plantaciones de sauces (Salix spp.) tan comunes en los ámbitos inundables del delta del Paraná. Así las forestaciones exóticas van reemplazando bosques o selvas autóctonas y cubren cada año una mayor superficie apoyadas por créditos fiscales, otorgados por una razón mucho más económica que técnica o ecológica. En algunos casos la insularización de ámbitos nacionales como ocurre en el Parque Nacional El Palmar de Entre Ríos es otro efecto preocupante de estos "bosques del silencio" o "desiertos verdes" como se los ha dado en llamar por su valor prácticamente nulo como refugio o zona de alimentación para la fauna autóctona.
Fuente: http://www.oni.escuelas.edu.ar/2002/buenos_aires/enpeligro/forestal.htm
Video: http://www.youtube.com/watch?v=By882xsq3m0&feature=share

Mapa De Sector Primario